Will se bajó de su furgoneta para hablar directamente con los periodistas. "¿Qué queréis?", les dijo. "Dejad de seguirme", dijo en inglés a los reporteros con los que accedió a hacerse unas fotos para conseguir que no supieran cuál era su siguiente parada.
Terminada la comida, esta vez Smith abandonó el local por la puerta trasera. Al comprobar que algunos de los reporteros continuaban siguiendo sus pasos, se bajó del vehículo y, según testigos, muy enfadado, no dudó en asestar un manotazo a uno de los coches del fotógrafo. Otro fotógrafo que iba en moto se llevó la peor parte ya que, con un cabreo enorme, le asestó otro manotazo, aunque esta vez al casco.
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