El 'Snowmaggedon' se ceba con Washington
Dos muertos por la gran nevada en la Costa Este
La fuerte tormenta de nieve que ha caído en la región de Washington desde el viernes por la mañana, y que no se espera que amaine hasta el sábado por la noche, ha colapsado totalmente la capital de Estados Unidos. Los servicios públicos no funcionan, y unas 210.000 personas, sobre todo en el estado de Virginia, han sufrido cortes de luz.
Según los responsables de tráfico, la nevada había provocado ya más de 1.000 accidentes de tráfico el sábado a primera hora de la mañana. El más grave de ellos se saldó con dos víctimas mortales en una carretera de Virginia. Se trató de un padre y un hijo que habían salido del coche para asistir a un motorista, y fueron atropellados por un camión que derrapó.
Las autoridades de Maryland, Virginia, y Washington, desbordadas por la tormenta, aconsejaron a la ciudadanía que no utilizara sus vehículos. Circular por la mayoría de las carreteras de la región es altamente peligroso tanto por el volumen de nieve, como por los árboles caídos a causa de los fuertes vientos, de hasta 65 km/h.“Permanezcan en sus casas, y sólo salgan si es absolutamente necesario”, dijo John Listle, el responsable del Departamento de Transporte de Washington, en una llamada a la prudencia a los habitantes de la capital.
De acuerdo con el National Weather Service, la nieve acumulada en la región se sitúa alrededor de los 50 centímetros, pero podría llegar a superar los 70 centímetros por la noche, lo que convertiría esta nevada en la más fuerte en Washington en los últimos 90 años. El alcalde de la capital, Adrian Fenty, la ha descrito ya como “la mayor de nuestras vidas”.
La mayoría de medios de transporte público han sido suspendidos. Desde el viernes por la tarde, la red de autobuses dejó de funcionar, y el metro de Washington sólo circula en el tramo subterráneo del centro de la ciudad. Por su parte, los dos aeropuertos de Washington, Dulles y Reagan, se encuentran cerrados, por lo que se han cancelado cientos de vuelos.
Las adversidades climáticas no amedrentaron a los Capitals, el equipo de hockey sobre hielo de la ciudad, que el viernes consiguió en el Verizon Center su victoria consecutiva número 13 que le permite mantener el liderazgo de la NHL.
Tampoco pudieron evitar que el presidente Obama, y otras decenas de delegados, acudieran al Capitol Hilton para celebrar una conferencia nacional del partido demócrata. En su intervención, el presidente se hizo eco del ingenio popular al calificar la nevada de 'Snowmaggedon'.
El gobierno federal, que decidió enviar a casa a sus empleados el viernes por la mañana, ha estimado en unos 100 millones de dólares la pérdida de en productividad. De momento, aún no se ha decidido si los empleados públicos deberán trabajar el lunes. El alcalde de la ciudad, Adrian Fenty, ha prometido que hará lo posible para que se restablezca el tráfico el lunes. Entre empleados públicos y privados, unas 750 personas trabajarán día y noche con este objetivo. Además, tanto asistentes sociales como ONGs estarán peinando la ciudad para ofrecer refugio a las docenas de indigentes que viven en sus calles.
Con la mayoría de los comercios cerrados, el aspecto de Washington el sábado por la mañana era desolador. Algunas aceras de las calles se encontraban bloqueadas por ramas de los árboles que se han desplomado a causa del peso de la nieve, obligando a los pocos peatones que se atrevían a desafiar el frío y el molesto 'blizzard', la ventisca de nieve.
Sin embargo, centenares de habitantes de Washington no se resignaban a pasar el fin de semana recluidos en casa, y se ha organizado a través de Facebook una multitudinaria guerra de bolas de nieve en la céntrica plaza de Dupont Circle a las dos de la tarde.
EL MUNDO .ES
Dos muertos por la gran nevada en la Costa Este
La fuerte tormenta de nieve que ha caído en la región de Washington desde el viernes por la mañana, y que no se espera que amaine hasta el sábado por la noche, ha colapsado totalmente la capital de Estados Unidos. Los servicios públicos no funcionan, y unas 210.000 personas, sobre todo en el estado de Virginia, han sufrido cortes de luz.
Según los responsables de tráfico, la nevada había provocado ya más de 1.000 accidentes de tráfico el sábado a primera hora de la mañana. El más grave de ellos se saldó con dos víctimas mortales en una carretera de Virginia. Se trató de un padre y un hijo que habían salido del coche para asistir a un motorista, y fueron atropellados por un camión que derrapó.
Las autoridades de Maryland, Virginia, y Washington, desbordadas por la tormenta, aconsejaron a la ciudadanía que no utilizara sus vehículos. Circular por la mayoría de las carreteras de la región es altamente peligroso tanto por el volumen de nieve, como por los árboles caídos a causa de los fuertes vientos, de hasta 65 km/h.“Permanezcan en sus casas, y sólo salgan si es absolutamente necesario”, dijo John Listle, el responsable del Departamento de Transporte de Washington, en una llamada a la prudencia a los habitantes de la capital.
De acuerdo con el National Weather Service, la nieve acumulada en la región se sitúa alrededor de los 50 centímetros, pero podría llegar a superar los 70 centímetros por la noche, lo que convertiría esta nevada en la más fuerte en Washington en los últimos 90 años. El alcalde de la capital, Adrian Fenty, la ha descrito ya como “la mayor de nuestras vidas”.
La mayoría de medios de transporte público han sido suspendidos. Desde el viernes por la tarde, la red de autobuses dejó de funcionar, y el metro de Washington sólo circula en el tramo subterráneo del centro de la ciudad. Por su parte, los dos aeropuertos de Washington, Dulles y Reagan, se encuentran cerrados, por lo que se han cancelado cientos de vuelos.
Las adversidades climáticas no amedrentaron a los Capitals, el equipo de hockey sobre hielo de la ciudad, que el viernes consiguió en el Verizon Center su victoria consecutiva número 13 que le permite mantener el liderazgo de la NHL.
Tampoco pudieron evitar que el presidente Obama, y otras decenas de delegados, acudieran al Capitol Hilton para celebrar una conferencia nacional del partido demócrata. En su intervención, el presidente se hizo eco del ingenio popular al calificar la nevada de 'Snowmaggedon'.
El gobierno federal, que decidió enviar a casa a sus empleados el viernes por la mañana, ha estimado en unos 100 millones de dólares la pérdida de en productividad. De momento, aún no se ha decidido si los empleados públicos deberán trabajar el lunes. El alcalde de la ciudad, Adrian Fenty, ha prometido que hará lo posible para que se restablezca el tráfico el lunes. Entre empleados públicos y privados, unas 750 personas trabajarán día y noche con este objetivo. Además, tanto asistentes sociales como ONGs estarán peinando la ciudad para ofrecer refugio a las docenas de indigentes que viven en sus calles.
Con la mayoría de los comercios cerrados, el aspecto de Washington el sábado por la mañana era desolador. Algunas aceras de las calles se encontraban bloqueadas por ramas de los árboles que se han desplomado a causa del peso de la nieve, obligando a los pocos peatones que se atrevían a desafiar el frío y el molesto 'blizzard', la ventisca de nieve.
Sin embargo, centenares de habitantes de Washington no se resignaban a pasar el fin de semana recluidos en casa, y se ha organizado a través de Facebook una multitudinaria guerra de bolas de nieve en la céntrica plaza de Dupont Circle a las dos de la tarde.
EL MUNDO .ES
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