Sonríe al pajarito...
Si
¿Y si quieres más? ¡Inmortalízalo!
¿Sabías que en algunas ? Si temes que algún día su parte favorita no se ponga en pie con tanta facilidad (Desgraciadamente todo llega...) ¡Hazle una réplica en su estado más vigoroso! Eso si es para toda la vida y quedará genial en tu mesilla de noche.
¡Por detrás también ¡
Colócate bien pegada a su espalda, rodéale con tus brazos, y hazle las cosas que podría hacerse cuando está él solo ¡Y algo más! La sensación que tendrá desde su punto de vista le encantará...
Y ya sabes...si te has quedado con ganas de más, quítate tú también la ropa ¡Y que él también disfrute de ti! encanta su cuerpo serrano y lo echas de menos cuando no estáis juntos ¡Llévate un recuerdito! Haz que adopte una pose erótica, coge tu móvil y di eso de 'mira al pajarito'.Aunque probablemente salga mirando hacia abajo, te gustará recrearte en esa foto cuando él no esté...Déjalo helado
Los cambios de temperatura bruscos durante las relaciones sexuales son muy estimulantes, ya que aumentan la sensibilidad de nuestro cuerpo. Así que coge un cubito de hielo con tus
Desnudo... ¿Para nada?
Si quieres ser mala haz que se desnude y espere todo un festival de caricias para su cuerpo y luego...¡Ignóralo! Céntrate en algo normalmente visible como las orejas : caricias, besos, mordiscos susurros, palabras...al cabo de un momento comprobará que las sensaciones se expanden solas por todo su cuerpo...y que tú no eres tan mala...
Ponlo limpio y sucio a la vez...
La ducha puede ser un lugar donde ponerse muy limpio y muy sucio a la vez...Mételo bajo agua muy muy caliente, enjabónate las
Y ahora... ¡sin manos!
Átalo todo lo fuerte que puedas (sin hacerle daño, claro...a no ser que le guste) y ordénale mantener sus garras guardadas. Tu puedes también enlazarte las muñecas (algo sencillo, ¿No querrás tener que llamar al vecino para que os desate, verdad?) y ¡A explorar! Vuestros cuerpos se conocerán como si fuera la primera vez
Comételo enterito
Incorporar deliciosos manjares en nuestras relaciones sexuales es un clásico que te permite disfrutar de tu parte favorita del cuerpo y de tu sabor preferido a la vez. Chocolate para untar, frutas, nata...¡Tú escribes la receta!
Déjalo con las ganas
Expláyate con besos y caricias por todo su torso mientras vas bajando muy lentamente y cuando estés a punto de llegar al lugar clave ¡Tortúralo! Pon la sonrisa más lasciva que tengas y vuelve a empezar. Repite la operación unas cuantas veces hasta que notes que empieza a volverse loco...
¡Ponte agresiva!
Ellos suelen ser bastante más rudos que nosotras, delicadas florecillas, en la cama. Así que no te cortes y ¡Dale duro! Arañazos en la espalda, mordiscos en el cuello, pezones estirados...Al final le gustará sufrir.
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