Una saudí de 12 años se retracta y acepta su boda con un octogenario
Una niña saudí de 12 años ha retirado la demanda que presentó ante los tribunales para divorciarse del hombre de 80 años con el que la había casado su padre, según informa la prensa saudí.
Pese al apoyo recibido por abogados especializados en Derechos Humanos y en protección a la infancia, la cría se presentó este lunes con su madre en el tribunal de Buraidah, en la provincia de Qasim, para retirar todos los cargos. "Estoy de acuerdo con el matrimonio", habría afirmado la niña, según el diario saudí 'Okaz'. "No tengo objeciones. Es una muestra del respeto que le debo a mi padre y de mi obediencia a sus deseos".
Según Arab News, la retirada de cargos se produjo el día antes de que el tribunal de Buraidah tuviese previsto celebrar la vista del caso.
El polémico matrimonio fue arreglado el pasado septiembre por el padre de la niña, quien dio a su hija en matrimonio a un anciano primo suyo a cambio de 85.000 riales saudíes (16.300 euros), en concepto de dote.
El progenitor se justificó argumentando que, basándose en el desarrollo físico de su hija y no en su edad, la niña estaba preparada. Sin embargo la madre, separada de su esposo, acusó al octogenario de haber violado a la cría y exigió la anulación.
La petición fue rechazada en primera instancia, pero cuando los abogados hicieron público el caso, la presión de los grupos pro Derechos Humanos obligaron a los tribunales a revisarlo.
De ahí que los activistas que seguían el caso estén estupefactos con la decisión de la cría. Saleh al Dabibi, un abogado asignado por una ONG especializada, ha afirmado que la madre no ha dado explicaciones sobre el cambio de opinión.
Asimismo, el Comité de Derechos Humanos del Gobierno saudí, que llegó a formar una comisión especial para investigar este caso, se ha mostrado extrañado por la decisión. "Nadie sabe realmente cuál es la razón detrás de este cambio", ha afirmado una fuente no identificada de dicha institución.
Incluso la princesa Adila bin Abdallah, hija del rey Abdallah de Arabia Saudí, ha expresado su preocupación por el matrimonio de la niña. "Un niño tiene derecho a disfrutar de su infancia y a no ser forzado a casarse. Incluso un adulto rechazaría algo así", ha afirmado en declaraciones al diario Al Riyad. "Personalmente, como otros expertos en los campos social y educativo, comparto la opinión" de que se trata de una violación de los Derechos Humanos, añadió la princesa.
En Arabia Saudí, donde la fuente de la legislación es la Sharia, no están prohibidos los matrimonios de niñas, justificados por los guías religiosos como parte de la tradición saudí e islámica. Sin embargo, en los últimos tiempos se han alzado voces que exigen imponer una ley que marque una edad mínima para contraer matrimonio.
Los clérigos más conservadores defienden que es lícito casar a niñas de al menos 10 años y que aquellos que creen lo contrario son injustos hacia las ellas, basándose en la unión entre el profeta Mahoma con la niña Aisha, de tan solo nueve años, hace 14 siglos.
Otros comienzan a reconsiderarlo: el pasado enero, el clérigo Abdallah al Manie afirmó en declaraciones al diario 'Okaz' que dicho matrimonio, celebrado en el siglo VII de nuestra era, no justifica que, en la actualidad, las niñas puedan ser casadas "porque las condiciones y circunstancias no son las mismas".
En varios países de Asia Central y Oriente Próximo, los matrimonios de niñas con adultos o ancianos a cambio de dotes económicas son frecuentes. Gracias a la presión de organizaciones internacionales, sin embargo, también comienzan a escucharse sentencias de divorcio hasta hace algunos años impensables.
La última llegada desde Arabia Saudí afectó el pasado abril a una niña de tan sólo ocho años, forzada a contraer matrimonio un año atrás con un hombre de 50 a cambio de 9.000 euros de dote.
La presión de Estados Unidos, principal aliado occidental del régimen saudí, que tachó este tipo de uniones de "inaceptables", ayudó a que los tribunales revisaran una sentencia inicial en contra de la niña y le concedieran finalmente el divorcio
Una niña saudí de 12 años ha retirado la demanda que presentó ante los tribunales para divorciarse del hombre de 80 años con el que la había casado su padre, según informa la prensa saudí.
Pese al apoyo recibido por abogados especializados en Derechos Humanos y en protección a la infancia, la cría se presentó este lunes con su madre en el tribunal de Buraidah, en la provincia de Qasim, para retirar todos los cargos. "Estoy de acuerdo con el matrimonio", habría afirmado la niña, según el diario saudí 'Okaz'. "No tengo objeciones. Es una muestra del respeto que le debo a mi padre y de mi obediencia a sus deseos".
Según Arab News, la retirada de cargos se produjo el día antes de que el tribunal de Buraidah tuviese previsto celebrar la vista del caso.
El polémico matrimonio fue arreglado el pasado septiembre por el padre de la niña, quien dio a su hija en matrimonio a un anciano primo suyo a cambio de 85.000 riales saudíes (16.300 euros), en concepto de dote.
El progenitor se justificó argumentando que, basándose en el desarrollo físico de su hija y no en su edad, la niña estaba preparada. Sin embargo la madre, separada de su esposo, acusó al octogenario de haber violado a la cría y exigió la anulación.
La petición fue rechazada en primera instancia, pero cuando los abogados hicieron público el caso, la presión de los grupos pro Derechos Humanos obligaron a los tribunales a revisarlo.
De ahí que los activistas que seguían el caso estén estupefactos con la decisión de la cría. Saleh al Dabibi, un abogado asignado por una ONG especializada, ha afirmado que la madre no ha dado explicaciones sobre el cambio de opinión.
Asimismo, el Comité de Derechos Humanos del Gobierno saudí, que llegó a formar una comisión especial para investigar este caso, se ha mostrado extrañado por la decisión. "Nadie sabe realmente cuál es la razón detrás de este cambio", ha afirmado una fuente no identificada de dicha institución.
Incluso la princesa Adila bin Abdallah, hija del rey Abdallah de Arabia Saudí, ha expresado su preocupación por el matrimonio de la niña. "Un niño tiene derecho a disfrutar de su infancia y a no ser forzado a casarse. Incluso un adulto rechazaría algo así", ha afirmado en declaraciones al diario Al Riyad. "Personalmente, como otros expertos en los campos social y educativo, comparto la opinión" de que se trata de una violación de los Derechos Humanos, añadió la princesa.
En Arabia Saudí, donde la fuente de la legislación es la Sharia, no están prohibidos los matrimonios de niñas, justificados por los guías religiosos como parte de la tradición saudí e islámica. Sin embargo, en los últimos tiempos se han alzado voces que exigen imponer una ley que marque una edad mínima para contraer matrimonio.
Los clérigos más conservadores defienden que es lícito casar a niñas de al menos 10 años y que aquellos que creen lo contrario son injustos hacia las ellas, basándose en la unión entre el profeta Mahoma con la niña Aisha, de tan solo nueve años, hace 14 siglos.
Otros comienzan a reconsiderarlo: el pasado enero, el clérigo Abdallah al Manie afirmó en declaraciones al diario 'Okaz' que dicho matrimonio, celebrado en el siglo VII de nuestra era, no justifica que, en la actualidad, las niñas puedan ser casadas "porque las condiciones y circunstancias no son las mismas".
En varios países de Asia Central y Oriente Próximo, los matrimonios de niñas con adultos o ancianos a cambio de dotes económicas son frecuentes. Gracias a la presión de organizaciones internacionales, sin embargo, también comienzan a escucharse sentencias de divorcio hasta hace algunos años impensables.
La última llegada desde Arabia Saudí afectó el pasado abril a una niña de tan sólo ocho años, forzada a contraer matrimonio un año atrás con un hombre de 50 a cambio de 9.000 euros de dote.
La presión de Estados Unidos, principal aliado occidental del régimen saudí, que tachó este tipo de uniones de "inaceptables", ayudó a que los tribunales revisaran una sentencia inicial en contra de la niña y le concedieran finalmente el divorcio
Ok, muy bueno que en los países árabes se esté dando un movimiento en contra de estas costumbres. Pero que hasta en esto esté el gobierno de los EUA metiendo sus narices es el colmo. Sería bueno saber qué dirían en Louisiana u otros estados del sur si países de oriente cuestionaran costumbres retrógradas que ellos tienen e intervinieran de una u otra forma para cambiarlas o abolirlas. Cada pueblo debe buscar sus soluciones según sus reglas sin tener que ceder ante presiones de las llamadas "civilizaciones que cuidan la libertad". Nadie tiene la verdad absoluta y es hora de que empiecen a respetar a los demás.
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